Ese momento, en el que no sabes que hacer, a dónde mirar, a quién hablar... Ese es el momento en el que te das cuenta de que falta algo en tu vida, pero no sabes que. Siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respirastes el día que vinistes al mundo, sin permitir que nada te distraiga; aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón.
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