Mírame a la cara, mírame y no digas nada. Me escondo en la oscuridad bajo tus sábanas. Mi calma busca tu corazón, reclama volver a chocar, volar, soñar, rozar, tocar, ver más allá de las miradas. Ni las hadas lo comprenden: hay quien no ama y sólo miente buscando el cuento perfecto para el resto de la gente. Pero entiende que lo nuestro es el recuento de las veces que debimos separarnos y aún así nada es tan fuerte. Prometo ser yo misma y dejar que seas tú mismo..... es la base para amar, ser libre y no esclavo sumiso. Nunca serás mío, nunca seré tuya, por eso a crecer unidos llamamos nuestra aventura. La locura del pecado amenecerá a tu lado, que el sol roce la piel, besar la miel que hay en tus labios. Enfadarnos sin motivo, ser abrigo si hace frío. Ser testigos, confidentes, novios y, ante todo, amigos. Supiste amar mi imperfección, la depresión que arrastro, y yo supe de ti que lo mejor que posees es tu corazón. No es la historia más bonita, ni la más perfecta, simplemente es nuestra y con eso basta. Es la playa, una mirada, caricias en la espalda, mi perfume en tu almohada, tu olor en mi cama, son los mismos lugares tan distintos si no estás. Convertiste en "por siempre" mi país de "nunca jamás".
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