Caigo rendida a sus pies al simple hecho de imaginar su sonrisa, cuando por un mero roce de mejilla me hace tocar el cielo. Es por su mirada por la cual quiero seguir viendo cada amanecer. Y qué decir de esa forma que tiene de hacerme sentir que soy ella, no otra cualquiera... Tiene esas maneras que hacen que pierda la razón en un instante, que en loqueza en un tic-tac de ese reloj que siempre marcó la distancia entre nosotros...
Solo con sus caricias cada frío anochecer logra ser el más cálido de todo. Solo por él es por quien quiero seguir ilusionándome.
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